Actualizado diciembre 23, 2015
La noche del 5 de enero es una noche especialmente emocionante para la mayoría de los niños argentinos. Antes de ir a la cama, colocan un par de zapatos, un recipiente con agua, un poco de hierba y el pan bajo el árbol de Navidad. Al otro día los niños se encontraran con una serie de regalos apilados junto a sus zapatos y los recipientes totalmente vacíos como producto del hambre y sed de los camellos que transportan a los Reyes Magos.
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