Actualizado diciembre 5, 2015
El presente Convenio y los demás principales tratados de fiscalización internacional de drogas hacen que se nos ayude en la lucha contra el tráfico de drogas; que protejan a las personas vulnerables a través de una amplia gama de actividades a las que los Estados partes se comprometen, entre ellos la educación y la prevención, el tratamiento de la drogodependencia, atención y rehabilitación de los consumidores de drogas, y el apoyo social. Estas medidas son fundamentales, ya que el consumo de drogas, en su esencia, es un problema de salud. La drogodependencia es una enfermedad, no un delito. Los verdaderos criminales son los traficantes de drogas.
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