Actualizado febrero 21, 2023

La amistad merece toda nuestra atención y dedicación: un amigo nos mejora la vida, sus consejos necesitamos y también su cariño. Aquí queremos brindarle verdaderas palabras de agradecimiento a nuestros lectores, por eso presentamos poemas famosos y cortos sobre la amistad para compartir: letras e imágenes. 

Los mejores poemas cortos de amistad

Gacela de la amistad (Carmen Díaz Margarit)

La amistad es una ráfaga de peces luminosos
y te arrastra hacia un océano
feliz de mariposas.
La amistad es un plañir de campanas
que invocan el aroma de los cuerpos
en un jardín amanecido de heliotropos.

Amistad (Zoraida Armengol)

Es una de las palabras más bonitas
y de los sentimientos más sentidos.
Obedece y atiende a ningún partido
y convierte en risas todas las cuitas.
La amistad no sabe ser egoísta,
no es del presente, ni del pasado ido.
En lo trascendental puro hace nido
y es incondicional mientras exista.
Es perdonar, tratando de comprender.
Es poder confiar creando una hermandad.
Es respetar y aceptar al otro como es.
Es no criticar, admirar y ceder.
Estar en la alegría y la adversidad.
Es seguir fiel, aunque el mundo ande al revés.

Cultivo una rosa blanca (José Martí)

Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero,
para el amigo sincero,
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cargo ni ortiga cultivo,
cultivo una rosa blanca.

Amistad (Carlos Castro Saavedra)

Amistad es lo mismo que una mano
que en otra mano apoya su fatiga
y siempre que el cansancio se mitiga
y el camino se vuelve más humano.
El amigo sincero es el hermano
claro y elemental como la espiga,
como el pan, como el sol, como la hormiga
que confunde la miel con el verano.
Grande riqueza, dulce compañía
es la del ser que llega con el día
y aclara nuestras noches interiores.
Fuente de convivencia, de ternura,
es la amistad que crece y se madura
en medio de alegrías y dolores.

Son amigos (Delia Arjona)

Amigos, los que te dan fuerza
cuando te encuentras oprimido.

Aquellos que tienden la mano
cuando sientes que has perdido.

Son los que dan esa energía
cuando te sientes abatido,
limpian el aire que respiras,
cuando saben que estás vencido.

Una sonrisa siempre brindad
¡porque son amigos queridos!
Dan la fuerza que necesitas,
¡porque de amor están vestidos!

Amistad a ultranza (José de Arias Martínez)

Alma a alma así es que nace,
una amistad verdadera,
a fuerza de ser muy sincera,
corazón a corazón,
es una entrega de amor,
sin contratos ni promesas.

Porque existe comprensión,
porque existe aceptación,
sin precisar de perdón,
pues se entrega sin reservas,
la amistad tú la conservas,
cuando solo existe amor.

Hermanos y amigos (Delia Arjona)

Los amigos son hermanos
que nosotros elegimos,
los que te ofrecen la mano
cuando te encuentras perdido.

Son las puertas que se te abren
y se juntan los caminos,
cuando estás necesitado
sus brazos son extendidos.

Suaves rayitos de sol,
que te dan calor y abrigo.
El amor se fortalece
¡cuando tienes un amigo!

Poema a la amistad (Octavio Paz)

La amistad es un río y un anillo.
El río fluye a través del anillo.
El anillo es una isla en el río.
Dice el río: antes no hubo río, después solo río.
Antes y después: lo que borra la amistad.
¿Lo borra? El río fluye y el anillo se forma.
La amistad borra al tiempo y así nos libera.
Es un río que, al fluir, inventa sus anillos.
En la arena del río se borran nuestras huellas.
En la arena buscamos al río: ¿dónde te has ido?
Vivimos entre olvido y memoria:
este instante es una isla combatida por el tiempo incesante.

Concierto de amigos (Emilio Pablo)

Da gusto ver la amistad,
cual almacigo florido,
donde pueblan los amigos,
sonrisa y felicidad.

Es igual que un carnaval,
pero de flores diversas,
que ayudan que las tristezas,
sin dudas, queden atrás.
Y te pueblan el mirar
con sus íntimas bellezas.

Amiga (Pedro Salinas)

Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.
Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.
Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.
Cristal. ¡Espejo, nunca!

Recuerda (Christina Rossetti)

Recuérdame cuando haya marchado lejos,
muy lejos, hacia la tierra silenciosa;
cuando mi mano ya no puedas sostener,
ni yo, dudando en partir, quiera todavía permanecer.

Recuérdame cuando no haya más lo cotidiano,
donde me revelabas nuestro futuro planeado:
solo recuérdame, bien lo sabes,
cuando sea tarde para los consuelos, las plegarias.

Y aunque debas olvidarme por un momento
para luego recordarme, no lo lamentes:
pues la oscuridad y la corrupción dejan

un vestigio de los pensamientos que tuve:
es mejor que me olvides y sonrías
a que debas recordarme en la tristeza.

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? (Lope de Vega)

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta cubierto de rocío
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras
pues no te abría! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el Ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!

¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!

El amigo que duerme (Cesare Pavese)

¿Qué le diremos esta noche al amigo que duerme?
La palabra más tenue nos sube a los labios
desde la pena más atroz. Miraremos al amigo,
sus inútiles labios que no dicen nada,
quedamente hablaremos.

La noche tendrá el rostro
del antiguo dolor que cada tarde resurge,
impasible y vivo. El silencio remoto
sufrirá como un alma, mudo, en la oscuridad.
Le hablaremos a la noche, que levemente respira.

Oiremos los instantes goteando en lo oscuro,
más allá de las cosas, en la ansiedad del alba
que vendrá de improviso esculpiendo las cosas
contra el silencio muerto. La luz inútil
develará la faz absorta del día. Los instantes
callarán. Y hablarán quedamente las cosas.

La amistad es amor (Pedro Prado)

La amistad es amor en serenos estados.
Los amigos se hablan cuando están más callados.
Si el silencio interrumpe, el amigo responde
mi propio pensamiento que también él esconde.

Si él comienza prosigo el curso de su idea;
ninguno de nosotros la formula ni crea.
Sentimos que hay un algo superior que nos guía
y logra la unidad de nuestra compañía…

Y nos vemos llevados a pensar con hondura,
y a lograr certidumbre en la vida insegura;
y sabemos que encima de nuestras apariencias,

se adivina un saber más allá de las ciencias.
Y por eso yo busco el tener a mi lado
el amigo que entienda cuanto digo callado.

No moriré del todo, amiga mía (Rodolfo Tallón)

No moriré del todo, amiga mía,
mientras viva en tu alma mi recuerdo.
Un verso, una palabra, una sonrisa,
te dirán claramente que no he muerto.

Volveré con las tardes silenciosas,
con la estrella que brilla para ti,
con la brisa que nace entre las hojas,
con la fuente que sueña en el jardín.

Volveré con el piano que solloza
las nocturnas escalas de Chopin;
con la lenta agonía de las cosas
que no saben morir.

Con todo lo romántico, que inmola
este mundo cruel que me destroza.
A tu lado estaré cuando estés sola,
como una sombra más junto a tu sombra.

A la amistad (Alberto Lista)

La ilusión dulce de mi edad primera,
del crudo desengaño la amargura,
la sagrada amistad, la virtud pura
canté con voz ya blanda, ya severa.

No de Helicón la rama lisonjera
mi humilde genio conquistar procura;
memorias de mi mal y mi ventura,
robar al triste olvido solo espera.

A nadie, sino a ti, querido Albino,
debe mi tierno pecho y amoroso
de sus afectos consagrar la historia.

Tú a sentir me enseñaste, tú el divino
canto y el pensamiento generoso:
Tuyos mis versos son y esa es mi gloria.

Los amigos (Julio Cortázar)

En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más, pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

Un árbol venenoso (William Blake)

Estaba enfadado con mi amigo;
le conté mi enojo, y mi enojo terminó.
Estaba enfadado con mi enemigo:
no lo dije, y mi enojo creció.

Y lo regué con miedo,
noche y día con mis lágrimas:
y lo asoleé con sonrisas,
con suaves y embusteros engaños.

Así creció noche y día,
hasta que dio luz a una manzana brillante.
Y mi enemigo contempló su brillo,
y comprendió que era mía.

Y se entrometió en mi jardín,
cuando la noche cubría el polo;
y por la mañana estuve contento de ver
a mi enemigo extendido bajo el árbol.

La flecha y la canción (Henry Wadsworth)

Lancé una flecha al cielo azul.
Cayó en la tierra, ignoro dónde.
Partió tan rauda que la vista
seguir su vuelo no logró.

Una canción lancé a los aires.
Cayó en la tierra, ignoro dónde.
¿Qué ojos pueden seguir el vuelo
infinito de una canción?

Mucho más tarde hallé en un roble
la flecha, entera todavía;
y la canción la encontré intacta
en el corazón de un amigo.

Amigo (Delia Arjona)

Te admiro y te respeto
por cubrirme con tu afecto,
por hacerme en la vida
el camino más perfecto.

Porque siempre me aconsejas
cada vez que estoy vencida
escuchas mis problemas
ofreciendo tu mano amiga.

Despejando mi mente
tu voz suave me aconseja,
me escuchas serenamente,
cuando la alegría se aleja.

Tan solo con tu palabra
alivias penas del alma,
el fuerte abrazo sincero,
da tranquilidad y calma.

Llenándola de alegría,
cada vez que apareces,
iluminas mi vida,
me siento diferente.

Hoy las gracias quiero darte,
con esta simple poesía,
y desearte que pases
el más bello de tus días.

A un gran amigo (Jorge Luis Borges)

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti…
En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos,
sea en la alegría o sea en la serenidad.
En estos días pensé en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tú.

Vamos juntos (Mario Benedetti)

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
compañero te desvela
la misma suerte que a mí

prometiste y prometí
encender esta candela
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la muerte mata y escucha
la vida viene después
la unidad que sirve es
la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
la historia tañe sonora
su lección como campana

para gozar el mañana
hay que pelear el ahora
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

ya no somos inocentes
ni en la mala ni en la buena
cada cual en su faena
porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
algunos cantan victoria
porque el pueblo paga vidas

pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.

Amistad como una flor

La amistad es como una rosa.
Es tan hermoso su color,
tan delicada su textura,
y tan persistente su perfume
que si no la cuidas,
se marchita.

En el entierro de un amigo (Antonio Machado)

Tierra le dieron una tarde horrible
del mes de julio, bajo el sol de fuego.
A un paso de la abierta sepultura,
había rosas de podridos pétalos,
entre geranios de áspera fragancia
y roja flor. El cielo
puro y azul. Corría
un aire fuerte y seco.
De los gruesos cordeles suspendido,
pesadamente, descender hicieron
el ataúd al fondo de la fosa
los dos sepultureros…
Y al reposar sonó con recio golpe,
solemne, en el silencio.
Un golpe de ataúd en tierra es algo
perfectamente serio.
Sobre la negra caja se rompían
los pesados terrones polvorientos…
El aire se llevaba
de la honda fosa el blanquecino aliento.
Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa,
larga paz a tus huesos…
Definitivamente,
duerme un sueño tranquilo y verdadero.

La amistad

Las uvas nacieron verdes
el tiempo las maduro,
nosotras nacimos lejos
y la amista nos unió.

Loa a la amistad

Quiero tu amistad
y la quiero toda la vida.
Necesito tus sonrisas,
tus sonrisas todos mis días.
Gracias por el amor,
gracias por la amistad,
nuevas aventuras juntas,
en el futuro tendremos
porque somos amigas de verdad.

La amistad es un milagro

La amistad es un milagro,
porque no tiene explicación.
La amistad es un milagro
y no hay nada más hermoso,
la amistad es un milagro
y se debe agradecer
porque es
nuestro verdadero tesoro.

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