Actualizado enero 10, 2016
En años anteriores, durante las celebraciones del Día de la Asunción de la Virgen María se inundaron algunas plazas italianas lo cual no impidió que continuaran los festejos. De hecho, los ciudadanos se montaban a través de los «lagos» temporales en carruajes y era común que las personas llevaran cuencos de agua de rosas con olor, que se esparcían sobre sí mismos – posiblemente un remanente de un ritual pagano en el que se solicitaba a los dioses que proporcionen lluvias adecuadas para los cultivos.
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