Actualizado septiembre 9, 2020
Diferentes tipos de emociones están presentes en nuestra vida cotidiana. Tomamos diferentes decisiones dependiendo de si estamos felices, enojados, tristes, aburridos o frustrados. También elegimos hacer actividades y pasatiempos en función de las emociones que provocan. Comprender las emociones puede ayudarnos a navegar la vida con mayor facilidad y estabilidad. Las emociones nos dan información sobre lo que estamos pasando en ese momento y cómo debemos responder a esa experiencia. Con cualquier emoción, tu cuerpo y tu mente experimentarán cambios. Las emociones son completamente naturales y siempre están cambiando a medida que nos suceden cosas diferentes. En esta oportunidad te queremos regalar cuentos cortos para niños sobre las emociones para que puedas explicárselas a los niños y ayudarlos a comprender cuales son.
Poemas hermosos cortos para niños
Los poemas cortos sobre las emociones para niños son poemas que ayudaran a los mas pequeños a comprender las emociones y a saber cuales son. La poesía ayuda a los mas pequeños a fomentar el amor por el lenguaje fomentando la alfabetización. Ayuda a los niños a comprenderse a sí mismos y a los demás, permitiéndoles cultivar cualidades valiosas como la compasión y la empatía. También es una forma saludable para que los niños expresen sus emociones y enfrenten situaciones emocionalmente desafiantes. A continuación te hicimos una selección de los 15 mejores poemas cortos sobre las emociones para niños que pueden existir para que con ellos puedas explicarle a los mas pequeños cuales son algunas de las emociones que sentimos diariamente.
Poema uno: Uso mis palabras por Jaymie Gerard
Dios, estoy ENOJADO
Me dan ganas de gritar
Y pisotear y usar una cara mala
Para dejar salir la ira
En cambio, UTILIZO MIS PALABRAS para decir
De lo que estoy loco
Dios mío, hoy estoy triste
eso me hace querer llorar
Y hacer pucheros y gemir
Y sollozar y suspirar
En cambio, uso mis palabras
Para decirle a todo el mundo por qué
¡Dios mío, estoy feliz!
Me dan ganas de correr
Y enloquece y actúa como loco
Hasta que se acabe el día
En cambio, uso mis palabras porque de esa manera
¡TODOS podemos divertirnos!
Cuando mis SENTIMIENTOS se vuelven demasiado FUERTES
Sé que es hora de decir
USARÉ MIS PALABRAS para mostrar cómo me siento.
De una manera SEGURA y SALUDABLE.
Poema dos: Magia nocturna por Jenny Erlanger
Por la noche si me siento ansioso y mi corazón comienza a acelerarse,
si todo lo que quiero hacer es llorar o gritar
Miro fuera de mi habitación a ese espacio lleno de diamantes,
y esperar a que lance su hechizo mágico.
Siento que la tensión se relaja, toda la presión comienza a levantarse
y dejar que mi pensamiento se vaya sin luchar.
Un imán muy por encima de mí deja mi mente agotada a la deriva
y la arrastra suavemente hacia la noche.
En una felicidad ingrávida, revoloteo con las alas de la fantasía
planetas, lunas y estrellas pasadas que nadie conoce.
Con asombro sin aliento floto dentro de mi galaxia privada.
Por fin estoy libre de todos esos males terrenales.
Mi mente ahora está despejada y tan tranquila como puede ser.
Ha perdido, por ahora, esa apremiante sensación de tristeza.
Antes de que me dé cuenta, ha regresado flotando a mí.
de algún lugar, mundos y mundos más allá de mi habitación.
El momento mágico pasa y estoy muy contento de decir
Siento un pequeño aleteo de esperanza.
Aunque sé que mis problemas realmente no han desaparecido
Agradezco al cielo por ayudarme a sobrellevar la situación.
Poema tres: La lágrima por Allan Cropper
Yo estaba triste.
Derramé una sola lágrima.
Estaba ante mí, pero por un momento.
Un sol cálido y un viento seco lo llamaron hacia el cielo
para unirse a un millón de otras lágrimas en una nube.
Un millón de lágrimas cayeron a la tierra
y como un millón de escobas en forma de lágrima
barrieron el miedo y la tristeza,
y yo estaba feliz.
Poema cuatro: besos por Carmen Gil
Hay besos de caramelo,
dulces como una sonrisa.
Y están los besos con prisa,
que hay que cogerlos al vuelo.
Los besos de mariposa
rozándote las mejillas
¡pueden hacerte cosquillas!
y son de color de rosa.
El beso con achuchón,
tan calentito y tan tierno
como una manta en invierno,
¡es un beso de algodón!
¿Y qué tal el beso alado
que te pilla de sorpresa,
y, además, el que te besa
puede estar en cualquier lado?
También está el de tornillo,
beso que mágicamente
despertó a Bella Durmiente
e hizo temblar el castillo.
¿Y los besos con caricia
que llegan en ventolera
y huelen a primavera
como una buena noticia?
Fantástico el beso-guiño.
Es chisposo y titilante
como una estrella brillante
con mil vatios de cariño.
Poema cinco: el enfado de Marisa Alonso Santamaría
El sol y la luna
están enfadados,
nadie en el cielo
sabe que ha pasado.
Todos sus amigos
están preocupados,
en millones de años
nunca han peleado.
La luna colorada
se aleja del sol,
y le da la espalda
de muy mal humor.
El sol cabezota
no quiere salir,
y el día se acerca
¡le van a insistir!
Con calma se acerca
la Osa Mayor,
ella quiere hacerles
entrar en razón.
Detrás de la Osa,
llega un cometa,
con buenas palabras
de nuevo lo intenta.
Mercurio y Urano
enterados del enfado,
vienen por el cielo
y hacen de abogados.
A los dos escuchan
con gran atención,
¡vaya par de tontos
la luna y el sol!
Viene un asteroide,
viene un meteoro,
no paran de hablarles
parecen dos loros.
Júpiter y Marte,
Venus y Neptuno,
todos vienen juntos
detrás de Saturno.
De repente llega
la Estrella Polar,
Plutón y la Tierra
la han ido a buscar.
A esta gran estrella
con fama de justa,
que estén enfadados
nada le gusta.
Escucha a la luna
habla con el sol.
¡por fin los dos astros
entren en razón!
La luna ya ríe,
también ríe el sol,
con remordimiento
se piden perdón.
Poema seis: Canción de cuna del elefante, de Adriano del Valle
El elefante lloraba
porque no quería dormir…
Duerme elefantito mío,
que la luna te va a oír…
Papá elefante está cerca,
se oye en el Manglar su mugir;
Duerme elefantito mío,
que la luna te va a oír…
El elefante lloraba
y alzaba su trompa al viento…
parecía que en la luna
se limpiaba la nariz.
Poema siete: Pegasos, lindos pegasos, de Antonio Machado
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
Poema ocho: La vaca estudiosa, de María Elena Walsh
Había una vez una vaca
en la Quebrada de Humahuaca.
Como era muy vieja,
muy vieja, estaba sorda de una oreja.
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela.
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos.
La vio la maestra asustada
y dijo: – Estas equivocada.
Y la vaca le respondió:
¿Por qué no puedo estudiar yo?
La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco.
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa.
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa.
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones.
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba.
La vaca, de pie en un rincón,
rumiaba sola la lección.
Un día toditos los chicos
se convirtieron en borricos.
Y en ese lugar de Humahuaca
la única sabia fue la vaca.
Poema nueve: Las gaviotas, de Julián Alonso
Mira las gaviotas
Volando en el puerto
Con sus alas blancas
Abiertas al viento.
Parecen cometas
Parecen pañuelos
Son sábanas blancas
que van por el cielo.
Poema diez: El lagarto está llorando
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo!
¡Ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran!
¡Ay, ay, cómo están llorando!
Poema once: Llega el invierno, de Marisol Perales
El señor invierno
se viste de blanco,
se pone el abrigo
porque está temblando.
Se va a la montaña,
se mete en el río,
y el parque y la calle
se llenan de frío.
Se encuentra a la lluvia
llorando, llorando,
y también al viento
que viene soplando.
¡Ven amigo sol!
Grita en el camino,
pero el sol no viene
porque se ha dormido.
Poema doce: De ola en ola, de Antonio García Teijeiro
De ola en ola,
de rama en rama,
el viento silba
cada mañana.
De sol a sol,
de luna a luna,
la madre mece,
mece la cuna.
Esté en la playa
o esté en el puerto,
la barca mía
la lleva el viento.
Poema trece: Soñar con mañana por Almudena Orellana
Y sí que podíamos…
Cerrar bien las puertas,
cuidar de los nuestros,
guardarnos los besos.
Abrir las ventanas,
pintar arco iris,
soñar con mañana.
Y sí que podíamos…
Quién iba a decirnos
que toda esa fuerza
ya la teníamos.
Poema catorce: Nube Nube por Almudena Orellana
Nube que subes
por los tejados.
Nube que bajas
sembrando charcos.
Nube que sube,
nube que baja,
nube que vuela
sin dejar marcas.
Nube que pinta sombras,
nube que ahueca sueños;
nube que viaja
surcando el cielo.
Nube que subes,
nube que bajas,
nube que vuelas
sobre mi almohada.
Poema quince: El lagarto está llorando por Federico Garcia Lorca
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran, ¡ay!,
¡ ay!, cómo están llorando!
Espero que te hayan gustado mucho los hermosos poemas para niños que te regalamos aquí …
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